En julio comienza oficialmente el verano en Japón. Es época de de la flor Asagao (Ipomea), mucho sol, calor y noches de sandía fría.
Una de las actividades más tradicionales de este mes es el día de Tanabata conocido como el festival de las estrellas. Esta es una historia de amor de las estrellas Altaír y Vega, las cuales sólo se pueden encontrar una vez al año, el 7 de julio.
Los japoneses lo celebran colocando hojas de papeles cortadas en forma rectangular de colores en una rama de Bambú. Cada hoja representa un deseo.
Se dice que la princesa Origime (Vega) tejía hermosos vestidos con seda. Era muy trabajadora y era el orgullo de su padre el Dios de los cielos. Un día pensó que la princesa no debería estar sola, así que le presentó a Altaír. El pasator Hikoboshi(Altaír) que se encontraba al otro lado de la vía lactéa. El 7 de Julio se conocieron y se enamoraron. Fue tanto el amor que ambos descuidaron sus labores asignadas. El Dios de los cielos se enfurece y decide que sólo se podrán verse una vez al año para que no vuelvan a fallar con sus tareas.
Esta historia es una oportunidad para aprovechar el verano y sus noches agradables para apreciar las constelaciones.
Tanabata
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